Estos viernes y sábado 14 y 15 de octubre fue la décimo octava Feria del libro hippie, realizada esta vez en la Facultad de Filosofía y Letras, en la calle Puan, entre los barrios de Parque Chacabuco y Caballito. Libros, hippies, cerveza, superhéroes y artesanías por doquier.
En un sector: personajes clownescos practican las clavas y las banderas.
Poco antes, los stands de comida naturista: tartas integrales, milanesas de berenjenas con queso, croquetas de acelga: todo bien marrón.
Las mujeres: pelo sucio y dreads, musculosa suelta, pantalones atados; los hombres: barbudos, sucios, peludos, sonrientes. Miro libros en un stand y el Rey Larva me da un poemario suyo “a voluntad”.
Olor a incienso, palosanto, tabaco, marihuana y a ese aliento tan particular de los que se toman unas birras para empezar el día.
Un sector vacío alberga el micrófono. Por allí pasan inmensos personajes que leen sus poesías. El primer anunciador anuncia:
“Algunos dicen que les preocupa la poca cantidad de gente que hay -escupe al piso, lamiendo y acariciando el micrófono con labios secos-, pero yo creo que hay que tener en cuenta algo muy claro: es viernes y todavía no son las seis de la tarde. Por lo cual, yo les quiero decir que la gente todavía no salió del trabajo. Digo, que es la misma gente que trabaja y que gana un sueldo y que es la misma gente que compra cosas. No como nosotros, jejjej.
Y se echa al piso a reir cual lunático y lisérgico alcohólico.
Cabe destacar el gran movimiento editorial hippie y no hippie. De los autores más destacados, están el joven poeta Sebastián Kirzner, que da vueltas con su remera “Romina Yan 2, guerrera intergaláctica”. Me recomienda su última novela Risperidona.
Un stand sostiene Cumbiagei, libro de caricaturas. Pibes cumbieros mostrando sus pijas y chupando las pijas ajenas. Cerca de este stand estaba Natty Menstrual. Pins, remeras, cerveza. Miel, chicos correteando, cuadernos y energía.
No falta la editorial Eloísa cartonera, un sello reconocido y distinguido dentro del movimiento. Allí están todos los poetas independientes de hoy, que se reúnen una vez por mes en el Jam de poesía oral. La Flih refulgió a al sol y vibró con el ritmo de las bandas de rock y folklore.
Compré 5 libros. Unas crónicas de Alfredo Zitarrosa, La novela El asunto, de Pablo Strucchi, editorial Libros al alcance de todos, la novela Nadie para nadie de Diego Arbit, y Risperidona de Sebakis. Espero poder escribir algo sobre ellas (las novelas) en los próximos meses. Me regalaron uno mas no diré cuál.
El mural trosko-kirchnerista de Puan
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