"De toque", "al toque" y "señor, no me toque"
Algo rápido es algo de toque. Por ejemplo, para decir que alguien eyaculó precozmente, podemos decir que eyaculó de toque; o para decir que alguien comió muy rápido: que lastró de toque, o -rememorando viejos tiempos- que manyó de toque, que morfó de toque y, hoy día, por algunos lados se oye que alguien papeó de toque. Para decir que la pizza que pedimos por teléfono llegó rápido, decimos que la pizza llegó de toque, y cuando nos apuran en el teléfono, contestamos que en un toque salimos para allá.
Al toque, en cambio, es algo fácil. Algo directo. Algo para lo que no tenemos que estirar mucho el brazo, o caminar o manejar, o gatear en el caso de los más chiquitos, muchas cuadras. Por ejemplo:
-¿Dónde quedaba esa parrilla que siempre nos decís que vayamos?, dice alguien arqueando la ceja izquierda.
-Dónde quedaba, no. Se dice: ¿dónde queda?. No se incendió la parrilla, ni se mudaron las achuras. Sigue estando donde estaba, acá al toque, a dos cuadras.
O por ejemplo: ¿te va a costar mucho traerme las reposeras que te presté el verano pasado para ir a San Marcos? No, te las traigo al toque.
Como si por arte de magia sucedieran estas cosas. Y hablando de magia, ¿no es verdad que todo lo que hacemos hoy nos parece que lo hacemos por arte de magia?
Y hablando de toques y hechiceros, y en un tono melodramático, como cuando miramos una noticia en la televisión, y nos quejamos del estado de las cosas, de las personas, de la sociedad, del mal imperante en la naturaleza humana y otras giladas como esas, yo digo ¿no? ¿Qué nos pasa a los argentinos y argentinas, que aceptamos sin más reproche, que las mujeres sean abusadas en los medios públicos de transporte? ¡¡¿Qué nos ha pasado a los argentinos que dejamos que nos ultrajen y nos arrebaten nuestros derechos de ciudadanos (o inmigrantes, que son poseedores de los mismos derechos que todas las personas poseen)?!! ¡¡¡¿Qué nos pasa a los humanos que dejamos que por aquí y por allá, las mismas atrocidades de siempre se sigan cometiendo todos los días sin ningún signo de rebeldía, ni intento alguno de terminar con toda esta porquería?!!! Señores, pero por favor, no toquen a las damas que viajan en el Sarmiento o en el Urquiza (a menos que ellas se lo pidan). Un poco de respeto. Un poco de moral. ¡¡Y ustedes, damiselas que recorréis las noches porteñas y bonaerenses y cordobesas y rosarinas y tucumanas y marplatenses y sanrafaelinas, traten de vestirse menos provocadoras, por favor. A veces son irresistibles. A veces, los ojos cobran vida propia!!! ¡¡¡Aflojen un poco con las calzas tan ajustadas, o con las polleras voladas tan mambeantes, o con los mini-shorts tan minis!!! ¡¡¡Se vuelve insalubre la cuestión por momentos!!!
Recuperemos la moral. Recuperemos el respeto que se ha perdido. ¡¡Se ha perdido la cultura del trabajo!! ¡¡Se ha perdido la cultura de la esclavitud!! ¡¡¡Hoy los pobres ya no quieren trabajar más de doce horas!!! ¡¡¡Pero qué vergüenza!!! ¡¡¡Volvamos a los viejos tiempos!!! ¡¡¡A las gloriosas épocas en las que reinaba la paz y el facón!!! En los que uno podía transitar las calles sin miedo de que viniera un rati con un chumbo y lo obligara a tirarse al piso a saborear el pavimento. Seamos felices. Olvidemos las cosas feas. Cambiemos la mirada. Lo que pasa es que ponemos mal el foco. Tenemos que mirar ahí a donde nadie quiere que veamos y lograr descubrir justo en ese círculo negro que la luz no ilumina, y ver por fin quiénes son los que se favorecen con toda esta farsa. Quiénes son los que se prueban la ropa que vas a dejar.
Yira, yira, la joyita del día.
La afortunada e inevitable muerte de Usted
Sin embargo, de lo que trata realmente este post, es del uso de la deferencia (no, no diferencia, ni la differance derridiana, ni que ocho cuartos), es del caduco uso del usted. Hoy los jóvenes argentinos y no tanto, al menos en la mayor parte del país (exceptuando algunos sectores de las provincias del Norte) lo usan sólo para cuando hablan con los mayores (de 80 años). Ellos, sin embargo (los ancianos) lo usan bastante más y esto es señal de que poco a poco va dejándose de lado, para integrar parte de la historia de una lengua. En cuanto al continente, es verdad, los jóvenes lo usan en Colombia, Perú, Brasil, Bolivia, Ecuador, Venezuelay gran parte de centroamérica. Pero acá, señores y señoras, el usted va muriendo poco a poco.
Tranquilamente una señora mayor puede tratar de usted a una joven ricachona para la que trabaja como empleada doméstica. De ninguna manera esta chica va a tratar de usted a la señora, y seguramente tampoco trataría de usted una señora mayor ricachona cuando habla con su empleada/o de servicio, jardinero, sodero, etc. Los trataría de vos. "Podés limpiar un poco la cocina", le diría. "En un rato señorita, ahora cuando termine de colgar su ropa".
También hay que hacer un llamado de atención puesto que cuando una persona en este país no quiere que se la trate de usted (quizás porque la hace sentir decrépita) pide que se la tutee: "tuteame por favor que me hacés sentir vieja". Pero el hecho es que en este país no se tutea. En este país se vosea. ¿Quién dice: cómo andas tú? ¡Cómo andás vos, se dice acá!.
Además es incómodo el uso, puesto que cuando se habla de usted, se le habla a una segunda persona con los verbos en tercera persona. Esto puede traer graves confusiones:
-¿Lo vio? ¿Vio cómo se escapó? ¿Por qué no hizo nada para deternelo? ¿Por qué lo dejó escapar de la cárcel? ¿Quién se cree qué es? ¿Para qué le pagan? ¿Por favor, se está volviendo loco?
-¿Pero de quién estás hablando?
-¡¡De usted!!
Por último, es necesario hacer un llamado a todos y todas las jóvenes argentinos y también a los adultos y a la gente de todo el continente, y ¿por qué no? a todos los que hablan lenguas con sistemas de deferencia como lo es el usted, el tu-vou, el voce, el your majesty y todas las demás. La diferencia va de la sociedad al lenguaje, el lenguaje sólo refleja las costumbres de las personas, me dirán. Les contesto que si queremos cambiar las cosas, por un lado hay que empezar. ¿Y por qué no empezar por el habla cotidiana, para pasar a la acción o al menos dejarlo en el lenguaje y que otros se encarguen de la acción?
El doctor tangalanga muestra que no siempre el uso del usted
significa deferencia y respeto.
Mandar fruta
Verdulero: -Mandale fruta, nena, ayer me llegaron unas ciruelas de la gran siete.
Este diálogo pudo haber acaecido o no. Seguramente no. Qué entretenido sería para los que estudian el lenguaje, conocer de dónde vienen las expresiones que usamos, en especial cuando el significado literal de las palabras que las componen tienen muy poco que ver con el sentido figurado que expresan. Ansiamos como nada en el mundo saber, verbigracia (que es como decir "por ejemplo"), cómo fue la primera vez que alguien dijo que le están tirando los galgos (acaso un chabón a su enamorada, sabiendo que ella amaba los perros de aquella raza, se le declaró regalándole una jauría), o que le están tomando el pelo (acaso algún loco que además de bolacear a las personas, le gustaba recortarles un mechón y tomarlo en un gran chopp de cerveza).
Yo aprendí filosofía, dados, timba y la poesía cruel de no pensar más en mí, decía Discepolín en Cafetín de Buenos Aires, y aludía a su filosofía callejera, barrial. Borges comenzó su obra literaria con algo de esto. El duelo, el Truco, la payada (encontradas en textos como Hombre de la esquina rosada o El idioma de los argentinos), todo remite a una cultura y a un tipo de pensamiento popular, una doctrina filosófica contraria a las europeas como la griega, la alemana, la francesa o la inglesa (con las enormes diferencias y contradicciones que en estas se encuentran) a la que pasaría después en su obra, en relatos como Funes el memorioso, o El Aleph sin ir más lejos.
El hecho es que mandar fruta es decir cualquier cosa, en especial cuando a uno se le pregunta algo de lo que no tiene ni la menor idea y no quiere dar a conocer su ignorancia.
Generalmente, antes de mandar fruta, se comienza con adverbios como "Básicamente..." o expresiones como "El hecho es que..."
Basta prender la radio o la tv unos minutos y escuchar cualquier entrevista a alguna de las ilustres personalidades que integran la vida política nacional e internacional para escuchar a alguien mandar fruta.
A propósito de la muerte de David Viñas (y la memoria de Mark Twain)
En Puan, era un nombre discutido, la figurita que todos queríamos tener. Los rumores de un romance con Soledad Silveyra lo tenían como víctima. Allí, era jefe de cátedra en la materia Problemas de Literatura Latinoamericana, materia que cursé un cuatrimestre, en el cual, Viñas dio tres clases. A la primera no pude asistir. La segunda fue un largo discurso acerca de la muerte de Raúl Alfonsín, en la que contó que lo recordaba del Liceo militar, aunque a quien más recordaba era a Roberto Eduardo Viola, quien llegó a ser presidente de facto en el año 1981. Su principal queja hacia el otro difunto ex presidente, es decir, el radical electo democráticamente (quien popularizaría las frases "la casa está en orden" cuando la casa se venía abajo en picada, y "con la democracia se come, se cura y se educa", cuando se cagaban todos de hambre, se morían de anginas y apenas sabían leer), fue acerca del levantamiento en Campo de Mayo. "Por favor -gritaba con un vozarrón de motor de lancha, el espeso bigote blanco, mientras su portador, de prominente frente, esgrimía un cigarrillo humeante, al que solo le dio una pitada al prenderlo- un presidente de la nación, que es el jefe del Ejército, no puede permitir que un teniente (Aldo Rico) se insurreccione. ¿Para qué fue a negociar? para un militar que se rebela sólo hay una cosa que hacer, ¡por favor!, imponer la pena capital". Después del paréntesis se puso a dar la clase, que trataba acerca de los reyes españoles y sus linajes, durante las independencias latinoamericanas, todo adornado con alguna que otra cita de Quevedo, y la recitación de las letras primitivas de los himnos del continente y un comentario acerca del racismo argentino, especialmente cuando escuchó, tras la derrota de la selección nacional frente Bolivia por seis a uno, a la gente diciendo que estos bolitas nos hicieron seis goles. "Sí, ¡¿y qué problema hay con que los bolitas nos hayan ganado seis a uno?!", volvía a gritar el bigote exasperado, antes de tocer como perro abandonado en agosto.
La tercera clase que dio tuvo como tema los viajes a Estados Unidos de Domingo Sarmiento, intelectual a quien -a pesar de su unitarismo, antirrosismo o lo que más tarde llamaríamos gorilismo auténtico y bien fundamentado- admiraba profundamente, como escritor y periodista. Dijo, entre otras cosas que no recuerdo, que el texto tenía rasgos surrealistas en sus descripciones de los yanquis. Dijo también que el padre del aula admiraba al escritor Mark Twain.
Al terminar la clase, me le acerqué para saludarlo. Sostenía otro cigarrillo prendido que pitaba cada diez minutos:
-Muy interesante la clase.
-¿Qué?
-Muy interesante.
-¿Qué? -claro, a los 83 años y después de una vida agitada, la audición se deteriora (yo, con 25 abriles, ya estoy casi sordo).
-¿Usted sabe si Sarmiento llegó a conocer a Mark Twain?
-¿Cómo?
-Si sabe si Sarmineto y Mark Twain se encontraron en algún momento del viaje -dije subiendo el volumen hasta casi gritar.
-No te escucho pibe.
Por suerte una de las profesoras que lo ayudaban le repitió al oído mi pregunta. La escuchó y la entendió, pero la verdad es que no tenía ni idea de la respuesta.
-Yo leí a Mark Twain, fue un gran escritor y periodista de la cuenca del Mississippi.
Esa fue más o menos la conversación con David Viñas. Que en paz descanse.
La posta
Quién tiene la posta y qué implica tenerla
-Esto es la posta. Si no me creés, andá a freir churros.
La posta no sólo es la verdad. La posta es mucho más que eso. Es la total seguridad de quien habla de que lo que está diciendo se corresponde con los hechos de una manera perfecta y exacta. De que lo que entrega (esa información fresquita, esponjosa y lista para digerir) no va a defraudar. Esto es la posta.
Batir la posta.
La disputa diaria por la posta.
Todos queremos tenerla. Gobierno y oposición, fiscales y defensores, judíos y católicos, religiosos y ateos, vegetarianos y carnívoros, taxistas y colectiveros, periodistas y políticos, periodistas y otros u otras periodistas, periodistas y jugadores, jugadores y referís; todos disfrutan de la eterna y cotidiana disputa por la posta. Generalmente es la lengua el terreno en el que lo hacen. En contadas ocasiones, el puño.
Cuatro ejemplos de posta.
La elegante damisela que esta tarde viajaba en la línea "A" del subte en dirección a Carabobo, le hablaba a su compañero con la seguridad de quien tiene la posta:
-Los mandan al colegio -decía con cierta indignación- sólo para que no se queden en sus casas. Pero si ni estudian. Esto está mal. Así no puede ser.
Otro uso de esta partícula es la simple pregunta, ante una revelación.
-Creo que soy gay.
-¡¿Poooostttaaaa?!
En este caso, la pregunta no sirve para solicitar información ni para confirmar lo dicho. Simplemente sirve para demostrar una sorpresa exaltada ante la revelación. Otro ejemplo:
-Corté con mi novia.
-Naaahhhh, ¿posta?. Ya era hora, 15 años es mucho tiempo.
Finalmente, en conversaciones, se usa para dar cuenta de que alguien acaba de decir una gran verdad.
X: Si te sentís con confianza, le podés sacar el teléfono a quien quieras, cuando y donde quieras.
Y: Posta...
Para finalizar, un video algo morboso que no tiene que ver con la posta, pero sí con el atletismo que es de donde viene la expresión.
Diez razones para comenzar una blog sobre la lengua argentina
Razón 2- La lengua también es un reflejo del pensamiento social (¿que qué entiendo por pensamiento social? muchas cosas), es decir, si a diferencia de otras lenguas, los argentinos y argentinas distinguimos entre adjetivos como "amargo", "pecho frío", "botón" y "vigilante", en algún punto es porque tenemos la necesidad de hacer estas distinciones, porque claro está que no es lo mismo decir una que la otra. Por ejemplo, un jugador de fútbol es un "pecho frío" pero los vagos de una hinchada no son unos pechos fríos, son unos amargos, o unos botones. Un policía puede ser un rati, o un botón o un vigilante, pero difícilmente pueda ser un pecho frío.
Razón 3- Hoy más que nunca, en estos tiempos de cambio, surge la necesidad imperiosa de hacer un blog sobre la lengua argentina, en el cual se expliquen las expresiones que usamos a diario, sus alcances y limitaciones, sus usos, significados y aplicaciones. Lo que en otras lenguas llaman el Slang. Lo dijo el carnicero de la esquina de mi casa, cuando me vendía una salchicha parrillera.
Razón 4- La lengua cambia todo el tiempo. ¡Qué viejas quedan hoy palabras como "pelafustán" y "otario" y qué novedosas en cambio son "barrilete" y "pancho" para referirse a los mismos sujetos! Si vamos a esperar que la Real Academia Española las reconozca, seguramente antes nos invada Brasil, o a lo sumo Estados Unidos, o a los sumo los Uranianos.
Razón 5- Un blog sobre la lengua argentina es una buena forma de distinguirnos de nuestros hermanos y hermanas iberoamericanas. Qué saben ellos y ellas lo que es ser piola o lo que es ser un chongo. Al mismo tiempo es una buena forma de explicarnos y explicarles lo que palabras como esa quieren decir. Ahora, ¿alguien sabe qué quiere decir piola o chongo?
Razón 6- Estamos en el Bicentenario y es necesario definir la idiosincrasia, el modo de ser, la actitud de la gente de este gran país. Qué mejor manera de hacerlo, que revisando, inspeccionando y describiendo la comunicación diaria, culta e inculta, callejera y laboral.
Razón 7- Es necesario continuar con la tradición de escritores como Roberto Arlt, en sus Aguafuertes porteñas, y Adolfo Bioy Casares, en su Diccionario del exquisito argentino, pero hoy, en pleno e incipiente siglo XXI.
Razón 8- Si se busca en Google "blog de lengua argentina", en la primera página no se encuentra ninguno.
Razón 9- Estoy al pedo todo el día y tengo ganas de escribir boludeces.
Razón 10- Todas las anteriores y ésta. ¿Cuál? Esta. ¿Cuál? Esta.